NARRATIVA DE CARLOS VILLACORTA VALLES


domingo, 29 de junio de 2008

EDUCACIÓN BILINGUE

EL GRAN PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN BILINGUE EN EL PERÚ, ES LA CASTELLANIZACIÓN DE NUESTRAS ETNIAS EN DESMEDRO DE SU PROPIA LENGUA, SU CULTURA Y SUS COSTUMBRES. ESTA MEDIDA, ASI COMO TODA LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ, FORMA PARTE DE INCULCARNOS EL AMOR A LO EXTRANJERO (ALIENACIÓN) E INTEGRARLOS AL CONSUMISMO CAPITALISMO Y TODAS LAS TARAS INDIVIDUALISTAS Y ENFERMEDADES DIVERSAS QUE DE ELLO SE DERIVAN. LO QUE SE TRATA ENTONCES, ES DE SEGUIR MATANDO NUESTRAS RAÍCES, SIN QUE NADIE HAGA NADA PARA PRESERVARLOS. SIEMPRE LO HACE UNA POTENCIA EXTRANJERA CON EL "SANTO Y SEÑA" DE LOS GOBIERNOS DE TURNO. EN TODO CASO DE "GRUPOS RELIGIOSOS", QUE SE DEMUESTRA CUANDO PONEN NOMBRES RELIGIOSOS A LAS COMUNIDADES QUE LLEGAN SUPUESTAMENTE A EVANGELIZAR.
Avanza la educación bilingüe
Nueva betania"
Por Gabriela Machuca Castillo. Enviada especial

Esta foto es la demostración de la alienación


Desde el 17 de marzo del 2008, Inime Tsa ("el que huele bien") es el brigadier general del salón de quinto y sexto grado de la Institución Educativa Primaria N°64092-B de la comunidad shipiba de Nueva Betania. Llevar colgado el cordón que lo identifica como la mano derecha del profesor Biri Tsoma ("el que resplandece") y como el único con la autoridad de callar a los otros 27 niños y niñas que integran la clase, sin temor a ser blanco de tizazos despedidos ágilmente como lanzas, le ha costado un esfuerzo del tamaño de la selva. Le ha costado ser el mejor estudiante en dos idiomas descomunalmente distintos: el shipibo y el castellano.

Para llegar a la escuela de Inime Tsa o de Fredy Manasés Rodríguez (su identidad "occidental") hay que navegar ocho horas en peque peque desde Pucallpa por el reposado --en estos días-- río Ucayali. El profe Biri Tsoma (quien también responde al nombre de William Ruiz Laulate) no tiene que hacer el recorrido porque vive en Nueva Betania, comunidad incrustada cálidamente en el distrito de Callería, en la provincia ucayalina de Coronel Portillo.

Biri Tsoma estudió en esa misma primaria y forma parte de una generación de shipibos que durante décadas sufrió el vía crucis de ir a una escuela donde, de arranque y a la mala, se dictaban clases en una lengua que no era la nativa, la materna, sino en el más puro y desconocido castellano, lo que constituía para ellos --y lo sigue siendo-, una verdadera tortura. Al entender poco o casi nada, muchos terminaron tirando la toalla, o mejor dicho, el lápiz.

Ello se evidencia claramente en que en las zonas rurales de la Amazonía existan elevados porcentajes de analfabetismo, los más bajos referidos a logros escolares en comunicación y matemáticas y las mayores tasas de reprobación, atraso y abandono escolar.

EDUCACIÓN BILINGUE AL RESCATE

Inime Tsa también se jalaba los pelos porque vivió esa situación hasta el 2007, año en que su escuela se unió al programa de Educación Intercultural Bilingüe para la Amazonía (Eibamaz), promovido por Unicef y financiado por el Gobierno de Finlandia, cuyo fin, como bien explica la delegada de esa institución para Ucayali, Gisele Cuglievan, radica en que los niños aprovechen realmente la escuela a través del aprendizaje en su lengua materna.

"A ello hay que añadirle que deben impartirse conocimientos que estén acordes con su realidad, sus costumbres y su cultura", agrega Gisele, quien también cuenta que en el Perú el programa solo funciona en Ucayali y que trabaja directamente con los pueblos shipibo, asháninka y yine.

El aporte económico de Finlandia a proyectos de este tipo responde a una política que prioriza intensamente la enseñanza de calidad, no en vano ese país ha sido distinguido como el que posee el mejor sistema educativo del mundo. De esta manera, también solventa el proyecto Eibamaz en Ecuador y Bolivia, así como otros similares en Centroamérica.

Para tamaña tarea, Unicef necesita en nuestro país de muchos otros aliados. Entre ellos se hallan la Dirección Regional de Educación de Ucayali, las Unidades de Gestión Educativas Locales (UGEL), la organización regional Aidesep de Ucayali (Orau), el Instituto de Lingüística Aplicada de la UNMSM y el Instituto Superior Pedagógico Bilingüe de Yarinacocha.

MITAD-MITAD"

Para mi las matemáticas son más fáciles en shipibo, pero también me gustan los cursos en castellano", cuenta Metsa wesna ("mujer bonita") o Mónica Chávez, compañera de Inime Tsa. A este último le da igual escuchar clase en cualquier idioma, pues en los dos "chanca" parejo. Por eso se ha ganado el cordón celeste de brigadier, por eso es el encargado de tocar la campana para que el resto venga, por eso tiene más herramientas con qué progresar en la vida.

En la primaria de Nueva Betania, desde cuyas ventanas puede verse a las nubes formar paiches y coconas, algunos cursos son únicamente dictados en shipibo o castellano. Eso sí, determinadas asignaturas, como las matemáticas y la comunicación integral, se dictan indistintamente en ambas lenguas. La idea, conforme se va ascendiendo de grado, es que los escolares sean capaces de absorber todo lo que se les enseña en el colegio gracias a que dominan dos idiomas.

Pero para que los shipibos, asháninkas y yines aprovechen mejor la escuela en su lengua natal es necesaria la existencia de profesores capacitados y de material bibliográfico adecuado a su realidad. Y las verdes provincias ucayalinas de Coronel Portillo y Atalaya, en las que opera Eibamaz, cuentan con ambos elementos. A continuación, algunos de los artífices que hacen ello posible.

EL CAPACITADOR Y EL INVESTIGADOR

Hace más de 20 años, Ñoontzi ("picaflor") o Juan Nicahuate Paima, a cocachos aprendió su labor de colegial en el colegio fiscal de la comunidad asháninka donde nació. Tenía el mismo problema de la mayoría: no comprendía al profesor que solo le hablaba en castellano y eso le ocasionó que terminara la primaria a los 15 años.

Pasó el tiempo y Ñoontzi no solo se puso al día y se superó, sino que hoy se encarga de capacitar en estrategias pedagógicas a cientos de docentes asháninkas repartidos en las comunidades del departamento, incluso en las más recónditas. Eternas horas en peque peque por el río y extenuantes caminatas bajo el inmisericorde sol de la selva alta son parte de su rutina diaria.
Pero gracias a su labor, y a la de otras 12 personas como él, 3.775 escolares asháninkas y shipibos se han visto beneficiados de contar con 148 maestros capacitados por Eibamaz desde inicios del 2007. La formación docente para los yines se inicia sin falta este año.

¿Y qué hacen los profes sin material? Poco. Ahí entra a tallar el trabajo de Soi Meni ("hombre ágil" ) o Luis Gonzales, quien se encarga de la producción de publicaciones y de materiales en shipibo junto a un equipo de 20 personas, entre las que se hallan especialistas y ancianos de ese pueblo indígena. Los últimos son ramas esenciales en la composición del alfabeto, el cual ya ha sido aprobado por el Ministerio de Educación. La estandarización del alfabeto yine está en proceso y la del asháninka, por iniciarse.

Soi Meni ha participado de la publicación de cinco libros de texto para primaria, los cuales en conjunto han tenido un tiraje de 19.900 ejemplares. Ya se están preparando 25.000 más.
Así, el entusiasta trabajo articulado de todos los agentes en Eibamaz avanza a paso lento pero firme, siempre con la consigna de conseguir que la enseñanza de calidad cruce airosamente el dificultoso y caudaloso río del sistema educativo rural en nuestro país.

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