SEXOGRAFÍAS

Un libro de singular contenido: Sexografías, cuya autora es la periodista y escritora peruana Gabriela Wiener, ha sido editado en España por editorial Melusina.

Fronteras de la palabra

Gabriela Wiener y su hermana Elisa


Al lado, Sexografías.






DATO
Juan Bonilla, crítico del diario El Mundo, con ocasión de la Feria del Libro de Madrid (España), afirma que Gabriela Wiener ha escrito un libro fascinante.

La palabra grafía denota, expresa literariamente una forma de escritura. Es también un modo de expresar, una manera de escribir o representar los sonidos. Finalmente es el adecuado uso de una palabra o signo gráfico para representar una idea.

De modo que la palabra Sexografías, de inmediato nos remite a un texto que trata acerca de un tema sensible y difícil de manejar; sin embargo, Gabriela Wiener, debido a su experiencia y talento, ha conseguido el justo equilibrio estético, logrando redefinir las fronteras entre la palabra y la experimentación.

Los personajes de “Sexografías”, en la medida que se avanza en la lectura, adquieren vida propia debido a un lenguaje limpio y depurado; respiran, hablan, existen más allá de la ficción y la otredad.

Mientras relata, Gabriela Wiener se convierte también en uno de sus propios personajes.

Está presente en su función de narradora, es que resulta inevitable sustraerse a su labor de cronista y narradora a la vez.

En uno de los relatos, una noche decide asistir, acompañada de su pareja, a un club en el cual, en determinado momento, hay la costumbre de intercambiar parejas, todo para superar el hastío mortal y la soledad sin fin de las grandes ciudades.

El cautivado lector constata que Gabriela Wiener, explora un mundo ajeno.

Al final es posible afirmar que, desarrollada la trama, la experiencia consiste en atravesar los hitos de una cultura que tiene distintos valores.

Aparecen reportajes debidamente cuidados, los mismos que demuestran estratos y realidades recorridas.

Entre los entrevistados hay un mítico actor porno llamado Nacho Vital, presidiarios que tienen tatuadas sus biografías en los brazos y el cuerpo, un hombre con varias esposas; un brujo que conoce los secretos de la ayahuasca, un joven que fue mujer y una jovencita que fue hombre.

Gabriela Wiener ha sabido resolver con pasión de periodista y vocación de escritora las exigencias que previamente se plantea toda auténtica narradora.

Concebir una trama, crear varios personajes, plantear la tensión interna del texto y desarrollar con inteligencia el desenlace.

Así entonces, ahora vendrán con absoluta certeza sus libros mayores.