"La tribu que cambió mi vida"
Redacción, BBC Mundo
Antes de ir a Ecuador para vivir en la jungla con la tribu Waorani, Karen Morris-Lanz era una madre soltera inglesa, atada a su BlackBerry y adicta al trabajo. En las siguientes líneas Karen nos explica cómo la experiencia de vivir con ese grupo indígena le ayudó a cambiar su vida.
Armada con un tronco, un sombrero, agua y una hamaca -y no un BlackBerry o hijas adolescentes- tuve una fase de desconcierto después de que el pequeño avión, casi de juguete, aterrizara en un pastizal en las profundidades de la jungla de Ecuador.
Bameno está a cuatro días, río abajo en canoa, del poblado más cercano y todavía no cuenta con un código postal.
Mi desconcierto después del aterrizaje no duró mucho tiempo.
Ahora estaba viviendo con la tribu Waorani.
En ese momento los miembros de la tribu estaban recolectando y cazando para obtener alimentos.
La selva era nuestro supermercado. Nos proveía de todo lo que necesitábamos. Los Waraoni lo saben todo sobre el mundo en el que viven.
Es tan diferente a nuestras vidas. Por ejemplo, había llevado acondicionador biodegradable para el cabello, pero no funcionó. Mi cabello pronto se resecó. Debota, mi anfitriona, me dio unos frutos que antes había puesto en el fuego. Su hija Yamenca los untó en mi cabeza y mi cabello pronto mejoró su condición.
Moler y masticar
La mayoría de las veces comíamos pescado que era servido en la hoja de una planta y a veces tenía yuca. La yuca es un tubérculo que cuando se tritura se parece a una papa. La yuca siempre sabía mejor si era hervida en la misma agua que el pescado.
Los Waorani tienen una estructura social muy diferente a la de las sociedades occidentales.
La yuca primero se mastica y después se pone en un plato. Todo el mundo escupe la yuca masticada en el mismo recipiente. Es muy fácil darse cuenta porque cuando una persona se enferma, toda la tribu se enferma. Yo nunca me enfermé.
Para el desayuno, todas las mañanas comíamos choncha.
La choncha es una fruta que crece en los árboles. Se hierve durante media hora, y luego se pela y se mastica a la manera tradicional, para luego ponerla en el mismo recipiente. Esta mezcla se agrega al agua para la bebida del desayuno.
Tiempos difíciles
Cómo extrañaba mi plato de cereales con leche. Me hacía mucha falta el café con agua limpia.
Lo que no extrañaba era perseguir y gritar a adolescentes para que estuvieran listas para ir a la escuela, revisar los correos electrónicos de la mañana en mi BlackBerry y prepararme para un largo trayecto en mi automóvil.
Una de las cosas más importantes que aprendí de los Waorani es que cuando tienes espacio para relajarte creces más como persona
No había ducha o inodoro, por lo que tenía que utilizar el tronco de la tribu para hacer mis necesidades.
Los Waorani tienen un increíble sentido de equilibrio. Aprendí a usar el tronco muy rápido. Una equivocación y uno podía caer en una cloaca de gusanos, moscas y Dios sabe que más.
Los Waorani nunca han vivido en una economía de mercado y antes de su más reciente inclusión, no se consideraban pobres.
Después de todo, han sobrevivido en armonía con su medio ambiente por miles de de años.
Ellos no fueron conquistados por los Incas ni por los españoles.
Yo creo que ser pobre para los Waorani es no ser capaz de encontrar comida en la jungla cuando tienes hambre.
En su comunidad ayudan a las personas que no pueden cazar, y esas personas cumplen roles diferentes en la comunidad.
Regresar a lo básico
Aprendí que nuestra cultura puede ser muy prejuiciosa de lo que no se conoce. Incluso durante una recesión, no sabemos verdaderamente lo que son los tiempos difíciles.
Regresar a lo básico de la vida te da una perspectiva diferente de las cosas.
Los miembros de la tribu ayudan a los demás durante los tiempos de mayor necesidad.
Todo es sobre lo que necesitas y no sobre lo que quieres.
Te enseña que las personas son más importantes que las cosas. Cuando estábamos cazando era muy fácil perder de vista a los demás.
Afortunadamente para mí la tribu había designado a un niño pequeño para cuidarme durante las jornadas de cacería.
Siempre que me perdía, y de pronto me encontraba sola, él esta ahí para encontrarme.
El cuidado de los niños es diferente. Los niños de los Waorani nunca son apartados de los adultos. Los hermanos no discuten, no hay peleas.
Ellos aprenden mirando a los adultos. Como madre, ver a un niño de dos años jugar alrededor de una fogata es extraño. En nuestra sociedad nunca aprobaríamos que eso sucediera.
Espacio para relajarse
Toda ésta nueva experiencia me ha ayudado a poner en una balanza mi pasado, dándole menor peso a las malas cosas que me han pasado.
Esto me ha dado más espacio para las buenas cosas que están por venir.
Mi vida antes de la selva era muy estresada, intentaba trabajar sin parar 24 horas, los siete días de la semana.
Ahora soy trabajadora autónoma, con mi propia firma de recursos humanos que se llama Waponi (que es la palabra Waorani para "hermosa" o "todo en harmonía").
Yo también lucharé con los Waorani para salvar su tierra que está bajo amenaza de las compañías petroleras
Desde que me convertí en consultora puedo parar. No tengo un BlackBerry ahora, porque puede controlar tu vida.
Una de las cosas más importantes que aprendí de los Waorani es que cuando tienes espacio para relajarte creces más como persona. He aprendido tanto. La tribu sabe como descansar.
He aprendido tanto de mi misma durante esta experiencia desde que regresé.
Continuaré manteniendo la armonía que ellos me dieron y lucharé por mantenerla.
Yo también lucharé con los Waorani para salvar su tierra que está bajo la amenaza de las compañías petroleras.
Mis amigos quieren seguir viviendo en su hogar.
También quiero ayudar a las grandes compañías y negocios a lidiar con su responsabilidad social, para que ayuden a sus empleados a encontrar armonía.
Yo realmente creo que me dieron un regalo. Quisiera dar a mi tribu algo a cambio, y ayudarles a salvar su herencia.
1 comentario:
Hola a todo el mundo
Somos comerciantes y productores de productos tropicales como anacardos y soja ...
Ofrecemos una asociación directa con productores y asociaciones agrícolas, lo que equivale a comprar diez veces más barato que el precio en el mercado internacional.
Correo electrónico: Hinviroland@protonmail.com
Seguimos disponibles para cualquier otra información.
Publicar un comentario